Cestou necestou: Albergue Arco Iris

Muy pronto por la mañana pasé por un lugar muy bonito: Santillana del Mar. Es una ciudad bastante pequeña con sólo mil habitantes, pero tiene un ambiente extraordinario. Es famoso por dos cosas, por su atmósfera medieval y por sus tres mentiras. Santillana del Mar no es santa, ni llana, ni tiene mar.
Allí encontré por la primera vez a una mujer australiana que se convirtió a una de mis buenas amigas del Camino.:Nunny. Pero este día nosotras no pasamos tantas horas juntas, eso vino más tarde.
El sol, brillante en este día, me acompañó durante mis pasos y mis descansos en las paredes de los prados o en los pueblos.
Pasé también, entre otros pueblos, por La Iglesia. Sí, de verdad eso es el nombre :)
En Comillas ("uno de los más populares destinos de Cantabria" , como dice mi guía) paré por un rato cerca del albergue y pensé si era mejor continuar hasta el próximo albergue (11km) o quedarse allí. Aunque esta ciudad parecía muy amable, con impresionantes palacios de Gaudí, yo tenía ganas a continuar. Y como me dijo Maria, un peregrino que encontré delante del albergue: "No pienses tanto, escucha tu corazon". Pues, escuché y seguí andando. Eso fue la primera vez, cuando vi a Maria, pero no fue ni mucho menos la última. Mientras tanto más días pasaban.
Al final llegué al albergue en San Vicente bastante tarde pero muy muy contenta. Y el albergue estuvo con su ambiente bastante parecido a el de Güemes. Diferente con su gente, por supuesto, pero parecido en buena manera. El tipo de albergue que mantiene la calma de peregrinación, hospedaje y amistad con una pareja de hospitaleros estupendos: Sofia y Luis. También allí era costumbre cenar y desayunar juntos, pero, debido a que allí son sólo los dos (Sofia y Luis), los peregrinos que pueden ayudan con la preparación de las comidas. En la cocina encontré a Claudia y Nina de Alemania, unas de las pocas chicas jóvenes que encontré durante todo el Camino. ¡Que felicidad! De verdad me gustaba mucho toda la gente que conocí en el Camino, pero esta noche en San Vicente me encantó charlar con la gente de mi edad. Había más (cerca de seis personas, una mezcla internacional :Alemania, Irlanda, Australia y la República Checa.) Y al final "salimos" juntos a un bar para tomar una cerveza , lo cual fue extraordinario para mí (allí, en el Camino).

Las vistas de las montanas por la manana.
Ranní pohled na hory.
Morning views of the mountains.

La belleza de la architectura rural - una iglesia aislada.
Krása vesnické architektury - osamocený kostel.
The beauty of the rural architecture - an isolated church.