Pero con Maria también me perdí, aunque fue sólo por un par de kilómetros.
Lo más importante de este etapa para mí fue la ciudad de Avilés y todo que pasó allí. Yo quise quedar en el albergue en Oviedo, pero Maria quiso continuar. Maria tuvo todo tan preparado, cada etapa bien clara! y al final del díal día quiso pasar un par de kilómetros más - para dividir bien las etapas...Pero en el lugar de alojamiento que se había planeado, algún tipo de hotel , no le contestaban a sus llamadas. Cuando llegamos al albergue, nos dio la bienvenida el hospitalero, José María - un hombre pequeño pero con gran corazón! Él (no yo), convenció a Maria para quedarse. Explicó que es una locura continuar sin visitar este buen albergue ya que era posible que este hotel ya no existiera o no funcionara. Y Maria se quedó. Una de las casualidades que nos juntaron. Porque sin eso es posible que no hubiésemos pasado los siguientes días juntos.
Este día fue para mí lleno de encuentros y felicidad. En el albergue encontré con András y con los Franceses, Jacques y Beatrice de nuevo.
También las calles de Avilés tuvieron una sorpresa para nosotros - encontramos un coro que cantaba en la calle, ¡tan hermoso y lleno de emociones fue este momento!
Nunca olvidaré Avilés. Puede ser que al final no es un lugar tan impresionante, pero lo que encontré allí fue muy importante para mí: la amistad, la belleza de la gente, las sonrisas.
El coro en las calles de Avilés. Sbor v ulicích Avilés. The choir in the streets of Avilés. |
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